GIMNASIA Y TIRO IGUALO EN UN TANTO ANTE FAMAILLA
Pagó por sus carencias

El “albo” no arrancó de la mejor manera el torneo. Se le escaparon dos puntos por sus errores defensivos y en definición
Gimnasia y Tiro lo empató por Gimnasia y Tiro. La afirmación vale como una perfecta síntesis para definir la igualdad en un gol del “albo” ayer ante Famaillá, en el primer compromiso del año ante su gente. El hincha “millonario” esperaba encontrarse con una versión veraniega del equipo de Víctor Riggio similar a la de los play-offs. Pero no fue así, pese a algunos intentos de buen juego que esbozó el equipo y que invitaban al aplauso cerrado, el equipo terminó diluyéndose en su propia ineficacia para definir cada jugada y en los preocupantes desacoples defensivos. Por eso la alusión autorreferencial del inicio de la nota, ya que las propias desatenciones en la última línea permitieron, en el mismo complemento, que el local abriera el camino de la victoria, la visita logre empatarlo sin hacer demasiados méritos y sin haber “cascoteado” más de la cuenta el “rancho” del arquero José Valdiviezo.
El primer tiempo presagiaba una tarde de felicidad, sobre todo cada vez que Ariel Aragón, sin dudas el hombre más claro de la cancha, sintonizaba la misma frecuencia que Renato Riggio y Nicolás Issa por las bandas. Como en el cambio de frente del “Tanito” que habilitó a Issa, quien con pelota y campo a su favor ensayó un remate a quemarropa que contuvo en dos tiempos el “uno” Orlando Gómez.
Era el mejor intervalo de Gimnasia y del partido, porque el “fama” también se plantó y le jugó de igual a igual en la réplica. Dentro de un trámite parejo, fue Gimnasia el que intentó más y Nico Issa, el autor de la mejor pincelada de la tarde, gambeteando y elaborando una magnífica pared con Aragón, y este jugadore definió con sutileza por arriba del cuerpo de Gómez.
El “albo” ponía el pie en el acelerador y daba la sensación que si mantenía el ritmo en el complemento, el triunfo no se escapaba. Pero la nafta se le acabó luego del gol de Aragón a los 8’ (definió cruzado tras una habilitación del “Tanito”) y las distracciones en defensa terminaron consiguientemente en el empate tucumano. Fue a los 26’, cuando todos dormían menos Marcelo Leal, el lanzador, y Carlos Aldonate, el ejecutor de la jugada, que apareció absolutamente solo para definir con frialdad y decretar la “parda” final. Pero como si fuera poco, la segunda voz de alarma se manifestó un minuto después, cuando el mismo Aldonate definió desviado ante una defensa pasiva e impávida.
Es cierto, Gimnasia fue superior y mereció algo más que el empate final. Porque cada vez que Aragón intervenía, marcaba diferencias y la victoria estaba cerca, de no ser porque Marcos Morinigo, Leo Pérez y luego el debutante Diego Núñez eran pura intrascendencia y la pelota les quemaba los pies. Pero en definitiva, terminó pagando caro sus propios errores, tanto abajo como arriba. Pero también es cierto que las secuelas de la dura pretemporada se hicieron notar, esto recién comienza y “una golondrina no hace el verano”.
FUENTE: EL TRIBUNO DE SALTA